Galeria Carles Taché

Jack Davidson

Aberdeen, Escocia, 1958
Es esencialmente la manifestación de cómo el propio pintor reacciona a la realidad circundante y sus influjos. Más allá de la designación de los colores (amarillo, verde, rojo...) no acertamos a encontrar una manera satisfactoria de describir las cualidades y la experiencia del color. La pintura de Jack Davidson se desvincula libremente del ámbito del lenguaje descriptivo para instalarse en una esfera más indeterminada.

Pintar es, para él, un proceso que surge de la sensibilidad y que luego conlleva una experiencia lenta y reflexiva tanto para el pintor como para el espectador, ofreciendo así una vivencia y una temporalidad distinta a la que ofrece la realidad circundante, a menudo saturada de estímulos visuales.

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