Barcelona, 1960
Afincado en la ciudad de Nueva York, Santi Moix vive sumido en una incesante bússqueda que le impulsa a trabajar con una voracidad y creatividad asombrosas. Su obra, directa y atrevida, es siempre un campo de búsqueda, aprendizaje y resolución. Creador polifacético, Moix también dibuja y esculpe pero es en la pintura donde encuentra su lugar de reflexión. Pese a que pintura es eminentemente abstracta, Moix ha demostrado en numerosas ocasiones su gran capacidad para el dibujo (recientemente con su serie de obras en torno a Las Aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain). En el 2002 fue reconocido con la beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation.